Baeza se asienta sobre un terreno que ha estado continuamente habitado, al menos desde la Edad del Bronce.
Por esta razón, y a pesar de las sucesivas destrucciones sufridas por
las construcciones de todos los períodos, la ciudad aún retiene un
destacado patrimonio monumental en el que están representadas diversas culturas, períodos y estilos artísticos. En Baeza pueden contemplarse restos de la Edad del Bronce, de la Época Romana, y de la Hispania visigoda, islámica y cristiana.
No obstante, el más rico patrimonio monumental conservado corresponde a
los diversos estilos artísticos presentes en la Baeza cristiana: desde
el tardo-románico y el gótico, al renacentista, manierista, barroco y neoclásico. No en vano en 2003 el casco histórico de la población, con su antigua ciudad intramuros, fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.